Este año he tenido un regalo de cumpleaños muy especial por parte de mi mujer, un bautismo de vuelo en una Piper PA-28 Cherokee, matrícula EC-DFK en el Aeroclub de Castellón. Un regalazo. Las sensaciones que se tienen desde la cabina de una pequeña avioneta son impresionantes. Desde el momento que te montas en la avioneta, el piloto va realizando - y explicando - los diferentes listas de comprobación de la avioneta, la disposición de los mandos, las velocidades a las que vas a despegar. También la jerga de comunicación que utilizan con la torre del aeropuerto. Quizás, lo primero que me llama la atención es todo el proceso de puesta en marcha, las diferentes comprobaciones en la puesta en marcha y el rodaje por la pista. Las checklist de la Piper puede ver todo el proceso. Una vez que el instructor despega la avioneta, realiza la checklist de después del despegue, y sobre el mil metros AGL1, te deja los cuernos de mando - aunque el instructor siempre está atento a los movimientos.
Una vez en el aire, el instructor me explica cuales son las referencias para pilotar el avión en visual. Según el piloto, estima que el avión está bajando o subiendo mirando el horizonte natural. Si mira de reojo el anemómetro que le indica la velocidad del avión. El giro también lo estima con respecto al horizonte natural. Le preguntaba al instructor, y me comentaba que la mayor parte del tiempo se mira fuera, buscando las referencias. Eso si, sin perder de vista los parámetros de motor y la velocidad. Hay que ser muy suave con los mandos en vuelo. Cualquier insinuación y se puede ver en el como el avión toma o pierde altura o comienza a girar. Me explica que los mandos hay que tratarlos con suavidad para evitar las oscilaciones inducidas por el piloto.
La sensación del vuelo es increíble. No puedo dejar de sorprenderme de las vistas que se disfrutan desde el aire. Incluso, cerca de Alcossebre, me señala el piloto las islas Columbretes. Tras unos cuarenta minutos de vuelo volvemos al campo para realizar un touch and go. La Piper, tras tocar, mete potencia e inmediatamente comienza a subir. Quizás la parte que más me impresionó fue el aterrizaje, ver como apuntas el morro al campo y como realizas la recogida del avión.
En resumen, una experiencia espectacular. Disfruté como un crío el día de reyes. Aconsejable para cualquier persona que sea un aficionado a la aviación como es mi caso. Lo malo es que esta experiencia no hace sino que me pique más el gusanillo de la aviación.
Notas
- About ground level
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