Han corrido ríos de tinta este fin de semana sobre la posible reforma del sistema de pensiones español, aprobada en consejo de ministros del 29 de enero del 2010. Hasta ahora, lo único que hay es un globo sonda para alargar la edad de jubilación hasta los 67 años y aumentar el periodo de la base cotizadora a toda la vida laboral. Aquí todo el mundo habla de despilfarro de los últimos años de estos últimos años, pero nadie apunta al verdadero problema del sistema de pensiones: Que los que ahora estamos cotizando, lo hacemos para pagar las pensiones de los jubilados actuales.
Este sistema para funcionar, necesita de un aporte de trabajadores continua paraseguir creciendo por la base, pero la dura realidad es que la población española tiene una pirámide de población invertida, cada vez con más gente más mayor, mientras que los españoles - por los motivos que sea -, hemos decidido tener menos hijos,teniendo España tiene uno de los índices de natalidad más bajo de la Unión Europea.
Una de las cosas - que jamás reconocerán los políticos de este país -, es que el flujo de inmigración, tanto legal como ilegal, se ha aumentado para poder seguir manteniendo este chiringuito piramidal.
Si a todo esto le sumamos la bestial destrucción de empleo en España los últimos dos años, recortando aún más la base de entrada de dinero en el sistema de pensiones. Y lo peor de todo es que las esperanzas de una recuperación hasta niveles de empleo que permitan prolongar un poco más este sistema, son tenues.
Veremos cuanto tardamos en España en meter mano a los fondos de pensiones privados, porque el sistema actual, no hay manera de sostenerlo.
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