Sobre las distribuciones de Linux autonómicas (y universitarias, y locales y de barrios ...)

Hace mucho tiempo que opino que es una pérdida de tiempo compilar una distribución de Linux por parte de una comunidad autónoma o una universidad. Siempre he pensado mucho más provechoso que esos programadores colaboraran con alguna distro con Debian, Fedora o Ubunto y que utilizaran sus posibilidades de manejo de paquetes para añadir la personalización que desearan. Leyendo esta noticia en Barrapunto he visto este post donde con toda la razón lo comenta:

Pero como somos tontos la llamamos repositorio de paquetes:

Un paquete por cada programa (desarrollo propio alguno, la mayoría compilados a partir del fuente) minoritario
Un paquete con logos, fondos de escritorio, etc., y un script que lo mete todo a cañón en gconf
Un paquete (llamado miempresax) que depende de los paquetes necesarios, de los recogidos en el punto 1, del paquete del punto 2, y sobre todos de muchos paquetes standard (openoffice.org, etc.), y que tiene conflicto con todos los paquetes que no queremos (IRC, amules, gnome-games, etc.)
Procedimiento de instalación de nuestra distribución:

Consígase, por descarga o en CD, la última versión de Ubuntu (aunque podría haber sido cualquier otra)
Instálese el sistema base
Añádase el repositorio a /etc/apt/sources.list (tenemos un script que lo hace)
sudo apt-get install miempresax
Pero claro, esto es una empresa y el dinero se suele gastar con algo más de criterio que en una Administración pública...

Que razón esa última frase ...

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