Hacer mención a un restaurante que nos encanto en Vila do Obispo, la Eira do Mel, en especial la estupenda cataplana de gambas y carne de cerdo que tomamos, así como sus postres caseros.
Si se está en el Algarve, merece la pena una visita al Cabo de São Vicente - Cabo San Vicente - y a sus míticas puestas de sol. Eso sí, llevaros algo de abrigo, porque el siempre hay un viento húmedo que entra hasta los huesos, incluso en pleno mes de Julio o Agosto. Pillamos un poco de bruma en el horizonte, y no se pudo ver la puesta de Sol bien, pero las vistas sobres los acandilados, sobre las playas de alrededor, y sobre todo, el horizonte merece mucho la pena. A nosotros nos gustaría volver un día de temporal para ver romper las olas contra el acandilado. Os dejamos un par de fotos, del Sol poniente, y de la cantidad de gente que se reune para ver la puesta de Sol
Sol poniente desde Cabo de São Vicente
Gente esperando la puesta de Sol
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