Iglesia del Monasterio de los Jerónimos
Claustro de Monasterio de los Jerónimos
Posteriormente visitamos el Monumento a los Descubridores en la ribera del Tajo. Fue inagurado en 1960, con motivo del V centenario de la muerte de D. Henrique el Navegante. Tiene también una vista preciosa navegando desde el Tajo - si se decide hacer uno de los minicruceros que se puede coger en el Terreiro do Paço - cosa que nosotros hicimos al día siguiente. Os dejo aquí una foto desde tierra.
Decidimos comer por uno de los turísticos restaurantes de la zona - hay mucho más y mejor por otros lados, pero ... - y posteriormente nos acercamos dando un paseo hasta la Torre de Belem. Construida inicialmente como una torre de defensa para guardar el río, posteriormente se convirtió en una prisión. Se pasa por una pasarela, ya que está rodeada de agua con la marea alta.
Decidimos coger el coche e irnos hacia la que es una de las ciudades - villas - más bonitas de Portugal. Siguiendo la carretera hacia Cascais, hasta encontrar la desviación, nos dirigimos a Sintra y toda su serrania. Es impresionante ir por esas carreteras pequeñas que se van retorciendo por las montañas y un paisaje siempre verde, a pesar de la época del año y de la zona en la que estamos. Sintra está plagada de Quintas inmensas, Castelo dos Mouros -, el Palacio Nacional, Palacio or Castelo da Pena. La subida al Castelo y el Palacio da Pena es maravillosa, por una carretera estrecha, rodeada de árboles, con un firme irregular. El paisaje merece totalmente la pena. Visitamos también el Palácio de Seteais convertido en un hotel de lujo, y un poco más abajo el Palácio da Regaleira con sus jardines, una auténtica pasada. Sintra da para mucho más (por ejemplo el Palácio de Monserrate o el Convento dos Capuchos. Os dejamos algunas fotos de Sintra para que las disfrutéis:
Después de ver Sintra y ya que estaba atardeciendo, decidimos ir al Cabo da Roca, el punto más occidental del continente europeo, exceptuando los territorios insulares. Siguiendo la carretera que lleva hacia Cascais - la que atraviesa la Sierra - el recorrido es precioso: bosques, carreteras pequeñas, Quintas, .... hasta llegar al cruce que nos lleva al Cabo. Sobre un acandilado de 140 m está construido un faro y una pequeña explanada que señala las coordenadas geográficas del Cabo. Lastima que hubiese niebla y no pudiésemos disfrutar de las maravillosas puestas de Sol que nos regala toda la costa portuguesa. El entorno es precioso. Eso sí, conviene ir abrigado, el viento y la humedad - a pesar de ser verano - son muy desagradables y se tiene bastante frío. Nos encantaría visitarlo alguna vez cuando haya una tormenta porque debe ser espectacular:
Cruz que señala el Cabo da Roca
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