La denuncia contra Víctor me interesa por:
- Demuestra cómo es la mayoría de la casta política española, con independencia de siglas o ideas. Se puede calumniar o injuriar al enemigo político,se puede mentir en un programa electoral con cosas que luego no se piensan cumplir o sobre la situación económica del país, pero no se tolera un rumor de un periodista.
- A los políticos españoles les interesa tener a la prensa domesticada. En España, no se ve como un cuarto poder que sirva de contrapartida al político, sino como un conjunto de aduladores que les sirvan de transmisión de su mensaje,como el Gramma cubano o el Pravda soviético. Los periodistas que se salgan de esta línea, son considerados incómodos, y si existe la posibilidad de lecciones ejemplares, se utilizarán para tener al resto domesticado
- ¿No existen límites en lo que puede decir un político y sí existe en lo que puede decir cualquiera que no pertenezca a la casta?
- El debate político estará siempre marcado por la subjetividad y el juicio de intenciones de los que intervienen en él, por los rumores interesados que parten de unos y otros. Hay políticos que se comportan como damiselas ofendidas cuando un comentario viene de alguien al que pueden empurar tranquilamente pero se comportan como esteras dispuestas a soportar cualquier palo si el que hace el comentario tiene el suficiente carisma, como de hecho, el PP ha demostrado más de una vez.
Este tipo de casos ponen a prueba a la libertad de expresión: Espero que Victor gane esta batalla, porque de seguir el camino marcado por los caciques de los partidos políticos, pronto nos acercaremos al modelo de la dictadura cubana.
1 Aunque siendo un poco malévolo las cualidades de comunicación de la actual cúpula del PP y su relación con el periodismo no afín, tiende a cero.
2 Delito o falta consistente en la imputación a alguien de un hecho o cualidad en menoscabo de su fama o estimación.
2 comentarios:
Gracias por el enlace. En fin, lo que me está demostrando todo esto es, en primer lugar, el desprecio de los políticos por la libertad de expresión, y también lo indefensos que estamos los ciudadanos ante la prepotencia de nuestra clase política.
Vamos, que estos señores están dejando nuestra democracia a la altura del barro.
Elentir, en España no existe demasiado interés ni por la libertad de expresión ni por la defensa del ciudadano: Estamos cada vez más en un sistema parecido al franquista, con un estado paternalista que dice saber que nos conviene y que no admite críticas si las cosas las realiza mal. ¿Y sabes lo peor?. A la gente le da igual: muchos viven de la teta del estado y no va morder la mano que le da de comer. Es comprensible, porque subvencionado, se vive muy bien.
Se que me repito más que el ajo, pero aquí no hay políticos, hay caciques. No hay cortijos, sino ayuntamientos.
Y los que pedimos un Estado reducido que realice bien unas funciones como sanidad, seguridad, ciertas infraestructuras, justicia y cheque escolar somos cuatro locos.
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