Las revelaciones de Edward Snowden sobre la National Security Agency me hacen pensar en lo siguiente:
- La gente de la NSA son los mejores. Sin punto de comparación. Han sido capaces de montar un sistema de espionaje a nivel global de todas las telecomunicaciones, especialmente en Internet, sin que hayan sido detectados. Nos hemos enterado de la existencia de este programa a través de las revelaciones de un soplón. Todos los que nos movemos en el mundo de la seguridad informática teníamos más o menos claro que los gobiernos espiaban, sólo que hasta ahora no hemos sido conscientes de cual era el nivel al que llegan.
- A la gente, especialmente a los europeos, le importa poco que sus gobiernos les espíen. Y al contrario de lo que se pueda pensar, las revelaciones de Snowden no han hecho que los programas de vigilancia electrónica estén supervisados, sino que incluso países como Francia han decido dotarse de un cuerpo legislativo para respaldar estas acciones. La gente, a pesar de saberse que los gigantes de Internet han estado involucrados en el espionaje, sigue usando sus servicios alegremente.
- La NSA va por delante de criptoanalístas, empresas que se dedican a escribir software de seguridad para detección de anomalías en sus sistemas, de las empresas que se dedican a software de que evite que se pierdan los datos o de las empresas que se dedican a la detección y análisis de malware. Ninguno vio las debilidades de ciertos algortimos o sus sistemas fueron capaces de detectar el tráfico producido por malware instalado con la intención de espiar. No digamos ya las posibles vulnerabilidades no conocidas (zero day attack) usadas para poder atacar los sistemas que tengan como objetivos.
- Dudo que ante la próxima fuga de información que exista de programa secretos del gobierno de los EEUU de este tipo, sean tan magnánimo como ha sido con Snowden o Assange
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