El primero en abrir el fuego ha sido Google V8, usado en el navegador Chrome. Cosa lágica, dado el modelo de negocio por el que apuesta Google está basado en servicios ofrecidos a través del navegador. Sus productos como Gmail o Google Docs usan el javascript exprimiendo al máximo las capacidades de este lenguaje y del motor que lo implementa.
Ahora tenemos SquirrelFish Extreme, el motor de javascript usado por Webkit, el motor de renderizado HTML usado por Safari (MacOS). Las mejoras se han centrado en realizar un JIT (just in time compile), para compilar a código nativo, en especial todas las funciones que implementan las expresiones regulares. Este JIT intenta ser lo mas simple posible, aunque actualmente sólo está soportado en x86 32 bits a día de hoy.Técnicas que permiten detectar estructuras comunes en los objetos javascript para optimizar el acceso a las mismas son también añadidos a esta última versión. Se puede probar descargandose las compilaciones nocturnas del Webkit.
El tercero que tenemos es TraceMonkey el motor de Javascript que está desarrollando Mozilla para Firefox.
Como puede verse, hay bastante competición en el mercado, y el gran beneficiado de la misma serán los usuarios.
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