miércoles, octubre 07, 2009

Madeira (II): La costa sur de la isla: Desde Rebeira hasta Ponta do Pargo

Tras comer, salimos de Ribeira Brava, para seguir nuestro viaje por el sur de la isla. Nos despistamos un poco, y en vez de salir por la carretera general camino de Ponta do Sol, nos fuimos por una carretera pegada a la costa, con túneles excavados en roca viva y un asfalto en malas condiciones. Tuvimos que volver a Ribiera Brava, hasta que dimos con la salida de Ponta do Sol. La carretera continua por un paisaje abrupto, con el terreno cultivado en terrazas, con abundancia de plataneras y otras frutas tropicales. Llegamos hasta Calheta, la feligresía principal de la zona. Tras dejar el coche bajamos por una empinada cuesta hasta la población. A la entrada del pueblo nos encontramos con la iglesia del Espirito Santo, del siglo XVIII, con un artesonado de estilo mudéjar. Al lado de la iglesia está el ingenio azucarero de Caletha, donde se produce un aguardiente derivado de la caña de azúcar.

La iglesia del Espirito Santo

Bajamos hasta la playa artificial construida en la localidad, con arena traída de Marruecos, protegida por dos espigones para evitar que el mar se lleve la tierra. Al lado de la playa está un puerto deportivo. Nos dimos un paseo por la zona, y tras subir de nuevo hasta el coche continuamos nuestro viaje hacia el extremo occidental de la isla. Nuestra próxima parada es Jardim do Mar, una pequeña población construida alrededor de su parroquia, Capela de Nossa Senhora da Misercórdia. Desde aquí se divisa una magnífica vista sobre el mar. Esta localidad es conocida por los aficionados al surf en la isla.

El mar desde Jardím do Mar

La carretera continúa hasta Paul do Mar, momento en el cual la carretera sube hasta una zona más montañosa. Aprovechamos uno de los ensanches de la carretera para tomar una foto del pueblo:

Paúl do Mar

La carretera en esta zona de la isla, se vuelve estrecha, aunque con buen asfalto, con ambos arcenes decorados con plantas de flores. En la zona se está construyendo otro túnel que llegue hasta Ponta do Pargo, pero la carretera actual, permite disfrutar de un paisaje espectacular por medio de bosques de pinos, sino me falla demasiado la memoria. Tras unos kilómetros llegamos a Ponta do Pargo, feligresía que pertenece al municipio de Calheta. Desde aquí tomamos una pequeña carretera que nos lleva al faro de Ponta do Pargo. Al lado del faro, la carretera sube hasta un mirador al lado del cual hay una casa de té llamada O Fio. Merece la pena la excursión hasta este punto para disfrutar del magnífico paisaje de la zona más occidental de Madeira. Aprovechamos para tomarnos un cafelito en O Fio, esperando al atardecer.

La costa desde el mirador de Ponta do Pargo

El faro de Ponta do Pargo

Justo cuando estaba atardeciendo, bajamos hasta el faro. Está situado sobre un acantilado, a una altura de 295 metros sobre el nivel del mar. Fue construido en 1922

La casa del torreo y el faro de Ponta do Pargo

Detalle de la linterna del faro de Ponta do Pargo

La vista al atardecer desde la punta más occidental de Madeira es preciosa, como se puede ver en la siguiente foto:

Atardecer desde el faro de Ponta do Pargo

Una cosa muy curiosa de Madeira es la diferencia de clima entre la zona norte de la isla, mucho más lluviosa que la parte sur. En la siguiente foto puede verse las masas de nubes y el mar mucho más revuelto que en la zona sur de la isla. La peculiar orografía hace que toda la cadena central sea una barrera para el paso de las nubes que vienen del Atlántico, y que hacen que éstas descarguen la lluvia sobre la vertiente norte. También se produce un fenómeno de una serie de plantas que ayudan a fijar la humedad contenida en las nubes.

La costa desde el faro de Ponta do Pargo, hacía el norte

Tras la puesta de sol, de nuevo en carretera hacía Funchal. El primer tramo lo realizamos por la misma carretera por la que vinimos recorriendo la costa, hasta llegar a vía rápida que ya tomamos anocheciendo. Nos paramos a cenar en la pequeña feligresía de Prazeres, en un restaurante,Solar dos Prazeres, que hay justo a la entrada de pueblo. Disfrutamos de una espetada acompañada por un plato de patatas fritas delicioso. Tras la cena, dimos un paseo por el pueblo en coche, pasando por delante de su iglesia matriz. En esta población a un mirador, el Mirador de Prazeres, desde donde se puede disfrutar de la vista sobre la costa sur de la isla, pero que no visitamos al ser ya de noche. De nuevo por la vía rápida, nos dirigimos a Funchal, para descansar de toda la excursión de ese día.

Referencias

  1. Ponta do Pargo
  2. Madeira Live

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