sábado, febrero 16, 2013

Un fin de semana por la costa occidental cántabra (II)


El día anterior, comiendo en Barras y Tapas vimos varias fotografías de la costa de la zona expuestas en el restaurante. Le preguntamos a los camareros si era fácil llegar al sitio donde estaban tomadas dichas fotografías. Nos contaron que la zona se llama El Bolao. Para llegar a la misma hay un pequeño camino rural que arranca a la orilla de la carretera C-6316. El camino atraviesa varios prados, donde podía verse ganado pastando, hasta llegar cerca del borde de los acantilados.En esta zona un río ha erosionado el acantilando, dando lugar a un pequeño salto de agua, junto al cual están los restos de un antiguo molino fluvial. En éste se molía el maíz para obtener harina. Actualmente sólo quedan las cuatro paredes del recinto.


Acantilados del Bolao, Cóbreces , Cantabria

Acantilados del Bolao, Cóbreces , Cantabria

Antiguo molino de El Bolao

Después de la visita a la zona de El Bolao , decidimos volver a Comillas para visitar Villa Quijano más conocido como El Capricho de Gaudí, una residencia de verano construida al lado del Palacio de Sobrellano. El Capricho fue diseñado por Antonio Gaudí, aunque él no se encargó de la construcción y la dirección de la obra, delegando su labor en su compañero de promoción Cristóbal Cascante. La siguiente foto se hizo desde el jardín de la casa. Se puede apreciar el estilo oriental de la construcción, la torre terminada en un alminar persa y lo cerámica con motivo de girasoles que la decora.


Capricho de Gaudí (Comillas)

Tras recorrer el edificio y sus jardines, decidimos ir a la cercana Suances para comer. Tomamos la carretera que une Comillas con Santillana del Mar, para desviarnos por una carretera local justo antes de llegar a esta última población. Llegamos a Suances por la S-474, que discurre casi paralela a la costa. Allí nos fuimos a comer a un restaurante situado al borde de un acantilado desde el cual se tiene una amplia vista de la Playa de Los Locos, situada a poniente de la Punta del Torco, un pequeño apéndice de tierra que se adentra en el Cantábrico. En esta zona también está el faro de la localidad, que sirve de guía en esta agreste costa. La siguiente foto de la playa de los Locos la hicimos desde lo alto del acantilado


El curioso nombre de esta playa deriva de un antiguo manicomio situado cerca de dicha playa (al menos es la información que he obtenido de aquí)

Tras sacar algunas fotografías, decidimos acercarnos al faro que está al final de la Punta del Torco de Afuera. Este faro fue construido en 1861 para señalizar la peligrosa entrada del puerto de Suances. Actualmente tiene un alcance de 22 millas náuticas.


Faro de la Punta del Torco de Afuera

Punta del Dichoso, desde la zona del faro.

De nuevo en carretera, volvimos sobre nuestros pasos hasta Tagle, donde nos acercamos a conocer su playa, llamada el Sable, de arena dorada, con unos doscientos metros de longitud está situada entre dos promontorios rocosos. El mar estaba bastante movido cuando llegamos, se podía ver batir en las rocas levantando espuma.


Playa el Sable, Tagle, Cantabria

Acantilados de Poniente de la playa el Sable, Tagle, Cantabria.

Como iba atardeciendo, decidimos irnos a tomar un café a Suances, para luego irnos al apartamento rural y descansar, ya que al día siguiente teníamos que volver a Madrid, no sin antes pasar por tierras asturianas para visitar Covadonga y comprar algunos quesos de la región.


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