jueves, octubre 31, 2013

Paralelismos

A mediados del año 2007 empezó a interesarme los temas económico. Comencé a oír tertulias en la radio sobre economía y a leer prensa económica. Uno de los primeros digitales donde aterricé fue Cotizalia, la parte del diario El Confidencial que trataba sobre economía. Y una de las primeras columnas que me empezaron a interesar fue Valor añadido cuyo autor es Alberto Artero - escribía con el seudónimo de McCoy -

Por aquellos entonces, leía una columna, que a la postre terminaría retratando parte de lo que pasó después, Está de moda una nueva droga: la hipoteca, que me dejó pensativo, empezando a pensar que lo que se estaba gastando en casas en España no era una gran bolsa de dinero negro, como creía por aquellos entonces, sino que la gente se estaba endeudando hasta las cejas. Aunque hace seis años de esa columna, se escribía en los días de vino y rosas de la economía española, empezando ya a levantar las primeras señales de alarma. Luego, descubriríamos que muchas de esas hipotecas, se habían convertido en productos derivados que se habían vendido y revendido, siendo uno de los detonantes de la actual crisis económica.

Avanzamos de nuevo hasta el 2013. Han pasado seis años de crisis y en España - si no nos empeñamos en excavar - parece la economía ha tocado fondo. Todo el mundo debería estar advertido de lo que puede ocurrir si los mercados de derivados no son supervisados por profesionales diligentes. Bien, pues la semana pasada leía de nuevo a un artículo de Alberto Artero La banca gana: ahora, a forrarse con los alquileres" donde destaco este par de párrafos

Más aún. El proceso de innovación en la economía del dinero continúa firme su curso y, curiosamente, lo hace sobre pilares similares a los que nos provocaron hace seis años que lo improbable se hiciera posible y lo impensable, realidad
Un mismo mercado, el ladrillo; distinto subyacente, las rentas a percibir; similar instrumento, la titulización; igual objetivo, sacar rentabilidad adicional al flujo económico asociado a la vivienda (antes para la entidad financiera, ahora para el propietario). El patrón de siempre, en cualquier caso: agrupar cash-flows asociados a algún tipo de garantía, ponerles el lacito del refrendo de un tercero, por cuestionado que esté, y... ¡a jugar!

Cosa por otra parte totalmente lógica, cuando a muchos de estos innovadores financieros, se les ha salvado el culo. Si la red de seguridad del Estado está por debajo y se sabe que va a intervenir si la cosa se tuerce, ¿qué incentivos hay para dejar de hacer el ganso?. ¿Se ha aprendido algo, o como mucho me temo nada?. Muchos dirán que esto se arregla con más regulación o prohibiendo vehículos financieros o limitando los bonus de los directivos, yo al igual que Sefuelix cuenta en este artículo, prefiero a supervisores con un alto grado técnico y que se hagan respetar:

Al día siguiente, Banco de España llamó a los presidentes al orden. Anuló todas las operaciones realizadas (las cuales se liquidaban a través de sus sistemas) y avisó de que, en caso de repetirse, se llevaría por delante a los presidentes responsables.

PD: No se pierdan tampoco la entrevista en el FT con Alan Greenspan. Da muchísimo que pensar sobre el papel de Bancos Centrales y supervisores en esta crisis, y sobre todo , da que pensar sobre la validez de los modelos económicos.

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