Gatwick es el segundo aeropuerto más grande de Londres. El pasado miércoles por la tarde se avistó un dron en los alrededores, lo que obligó a la paralización de la actividad aérea hasta el viernes por la mañana por motivos de seguridad. Tuvo que pedirse ayuda al ejército inglés para asegurar que no existía ningún otro dron volando en la zona que pudiese comprometer la seguridad de las operaciones. Se calcula que la suspensión de las operaciones aéreas afectaron a más de cien mil pasajeros.
Las operaciones de vuelo se retomaron a las siete de la mañana del viernes, pero aún así, el aeropuerto volvió a cerrarse durante unas horas el mismo viernes al detectarse de nuevo un dron en sus inmediaciones.
Las últimas noticias hablan de dos detenidos relacionados con los drones en Gatwick. Se desconoce si son los responsabobles de este suceso y los motivos que ha llevado a los autores del mismo a interrumpir el tráfico aéreo.
La gravedad de este asunto es que con unos simples drones - ya sean originales o modificados -, de apenas unos miles de euros, los autores han sido capaces de paralizar el segundo aeropuerto más grande de Londres, afectando a más de cien mil pasajeros. Imaginad que cualquiera de esos drones se lanza contra el ala de un avión en carrera de despegue. Un simple pájaro puede dejar inoperativo un motor o causar bastantes desperfectos en el fuselaje de un avión. Un simple DJI que no llega a un kilo destroza el ala de un avión, como podéis ver en el vídeo. Imaginad eso lanzado contra un ala cargada de combustible. Y ese dron no llega a 600 euros. Si encima alguien quiere hacer daño de verdad, que lleve un IED.
Otro punto interesante es que no es necesario que haya un operador llevando la radio del avión. Hoy en día hay circuitos receptores de GPS y inerciales (acelérometros y giroscopio) que pueden hacer que un dron vuele sin necesidad de enlace de radio. Esto hace a muchos de los equipos caza drones inútiles a menos que lleven algún tipo de radar y sistema que permitan disparar al dron. De nada sirve intentar interferir la señal. Y hablamos de electrónica que vale menos de veinte euros.
Por otra parte, aunque no se haya producido ninguna colisión, interrumpir el tráfico aéreo de esta manera lleva a estresar a las tripulaciones y todos aquellos encargados de controlar el espacio aéreo, haciendo posible que la probabilidad de comenter un error aumente. En este punto conviene recodar como empezó el accidente más grave de la historia de la aviación, el accidente de los Rodeos, en Tenerife: Tras explotar una bomba en la terminal de Gran Canaria, los aviones tuvieron que ser desviados al aeropuerto de Los Rodeos. En el caso de Gatwick no sólo tuvimos vuelos cancelados, sino multitud de vuelos que se metieron en circuitos de espera y que tuvieron que aterrizar en aeropuertos alternativos.
Desconozco cómo va a acabar todo esto y si se encontrará a los responsables. Pero si que pone de manifiesto como un mundo como el nuestro se le puede atacar con medios muy escasos y producir bastantes quebradores de cabeza. Estoy seguro que los malos han tomado nota de todo esto. Y sé que los israelitas han tenido que hacer frente a este tipo de incidentes.
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