martes, junio 01, 2010

Asturias, marzo del 2010 (I)

Por diversos motivos, no he podido actualizar el blog al ritmo que a mi me hubiese gustado estos últimos meses. Tengo un montón de temas en el tintero, y voy a empezar por una entrada de viajes, concretamente el puente del San José en marzo de este año. A nosotros nos gusta bastante Asturias y solemos subir siempre que tenemos ocasión. Esta vez estuvimos recorriendo la zona de los alrededores de Villaviciosa, que no conocemos, así como la zona de Covadonga y los lagos de Enol

Saliendo de Madrid, decidimos seguir la ruta del Valle de Riaño y el desfiladero de los Bellos para entrar en Asturias. Los motivos de tomar esa ruta es para pasarnos por Posada de Valdeón, para comprar el famoso queso azul que se fabrica en la zona, así como ver la zona nevada tras el invierno especialmente duro que acabamos de pasar. Además es una zona estupenda para disfrutar de un agradable paseo por la zona. Nosotros subimos desde Riaño, subiendo por el puerto del Pontón a través de la N-625 hasta el cruce que está antes de coronar el puerto y que nos lleva al Valle de Valdeón, subimos hasta lo alto del puerto de Panderrueda, totalmente nevado, desde donde se podían apreciar las primeras vistas del macizo central de los Picos de Europa. A pesar de estar cubierto por las nubes, se podía disfrutar de una buenas vistas.


Vista del macizo occidental de los Picos de Europa, el Cornión, en lo alto del puerto de Panderrueda,León.


El Cornión, cubierto por las nubes, León.

Bajamos al valle hasta Posada de Valdeón, donde dejamos el coche y nos fuimos a comer en uno de los mñultiples bares que hay en la zona. Tras la comida, nos dimos un buen paseo andando siguiendo la carretera que lleva hacía Caín, desde la cual se puede disfrutar de los macizos montañosos que rodean el valle y se tiene una buena vista sobre el río Cares.


Los picos que delimitan el Valle del Valdeón


El pequeño embalse del río Cares, en las cercanías de Posada de Valdeón


De vuelta al pueblo, nos pasamos por la Queserías de Picos de Europa, a comprar queso de la zona. Totalmente recomendable para todos aquellos que os guste los quesos azules.

Justo al lado de la quesería arranca una pequeña carretera que sube hasta Santa Marina de Valdeón -están arreglando la estrechísima carretera que unía este núcleo rural con Posada de Valdeón -, y siguiendo la carretera subimos hasta el puerto de Pandetrave, que corona a 1562 metros de altitud. Todavía en esta zona la nieve tenía más de un metro de espesor, como puede verse en esta clásica fotografía igual que la que tomé el año pasado.


Puerto de Pandetrave

Desde lo alto del puerto se puede disfrutar de la vista sobre el macizo central de los Picos de Europa. La carretera sigue hasta Llavanes de la Reina - nosotros no continuamos -, pero en otoño, los hayedos de la zona tiñen el paisaje con unos tonos ocres preciosos (hay algunas fotos de la zona en este álbum de fotos).

Tener un día claro en esta zona es complicado y de las fotos que saqué en lo alto del puerto, me quedo con esta. Como puede verse, teníamos el cielo cubierto y las nubes bastante bajas:

Bajando el puerto de nuevo hacía Posada de Valdeón, tomamos algunas foto de la zona, como esta de la carretera que une Posada y Santa María de Valdeón, o la que está a continuación del riachuelo que baja paralelo a la carretera.

De vuelta, ya tomamos de nuevo la carretera para salir del valle, y coronar el puerto del Pontón, para ir hacía Asturias. Hicimos una pequeña parada en Oseja de Sajambre a comprar un queso típico de esta zona, el queso de Beyos. En esta zona nace el río Sella, el cual se adentra en el espectacular desfiladero del los Beyos, que nos va a llevar hasta Cangas de Onís. La carretera que atraviesa el desfiladero es estrecha, y conviene tomarse con cierta paciencia conducir por ella. Nosotros atravesamos el desfiladero oscureciendo, con lo cual no nos dio mucho tiempo para disfrutar de la zona.

Tras llegar a Cangas d Onís, buscamos la autovía del Cantábrico, para llegar a Villaviciosa, e irnos a la casa rural Peña Crespa, donde nos quedamos las tres noches. Merece la pena pasar un fin de semana en ella. Ángeles, la dueña nos trató estupendamente, y todavía se me hace la boca agua de pensar en los magníficos desayunos que prepara y la mantequilla casera. Bajamos a cenar a Villaviciosa, y luego de vuelta a la casa, a descansar, para aprovechar el día siguiente.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonita la ruta, te recomiendo la ruta de Wamba-Ubales, si quieres ver otros lagos glaciales por Asturias sin que estén tan masificados como el Enol y similares.

Y si no conoces Villaviciosa, no conoces los restaurantes de la zona de Quintueles... mmm.. que rico.

Por último, te recomiendo que visites las playas de Argüero, en una de ellas hay una cascada impresionante, que sólo conocen los locales.

Nos vemos por BP, y ya sabes: "los pastores serán brutales..."

Drizzt dijo...

Estuve en Villaviciosa, lo que pasa es que no he subido todavía el post. Es más, este último finde he vuelto a subir, a hacer la ruta del Oso y me he pasado por Villaviciosa. Nosotros cenamos en el Furacu, justo enfrente del ayuntamiento :)