Ayer se produjo un cambio significativo en el periodo de aplicación de las nuevas reglas de liquidez para los bancos recogidas en los acuerdos de Basilea III (inglés). El cambio que puede consultarse en Banks Win 4-Year Delay as Basel Liquidity Rule Loosened es que se produce un retraso de cuatro años en la aplicación de las normas.
Una cosa muy interesante, y que parece que ninguno de nuestros políticos parecía darse cuenta es que era imposible que la banca se recapitalizara , aumentado los ratios de capital y simultáneamente diera crédito. Lo que nunca sabremos es la cantidad de tejido productivo destruido por este credict crunch en parte causado por los reguladores, empresas que serían perfectamente viables pero que han tenido que cerrar por problemas de liquidez, porque la banca se ha negado incluso al descuendo de papel comercial.
Si queréis ver un análisis más profundo del tema, podéis ver el artículo de Sefuelix Inesperado regalo de Reyes: volveremos a ver crédito en Desde el Exilio. Copio de dicho artículo:
Resumo los antecedentes. Basilea 3 es un conjunto de normas diseñadas para incrementar la solvencia de las entidades financieras. Ideada en el momento correcto, se iba a implementar en el momento más inadecuado. Iba a incrementar todavía mas el credit crunch que estamos viviendo. Toda declaración acerca de que se incrementaría el crédito con tal o cual norma, era un brindis al Sol mientras no cambiase esta norma fundamental.
Ya hay quien ha calificado esta reforma como el Quantitative Easing de Basilea (inyección salvaje de liquidez al mercado). Yo diría que lo que pasa es que cambiamos el engranaje roto, que hacía inútiles todas las medidas tomadas para paliar la crisis, por uno nuevo que hará que algunas de ellas consigan sus objetivos. Si evitamos retirar del mercado una cifra aproximada de (2400*40%)*2,5= 2.400 billones de euros, equivale en cierta forma a inyectarlos, pero sus efectos no serán exactamente iguales
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