Suelo comprar el diario Expansión de vez en cuando. En el del sábado día doce, en la sección Retrato a Color venía un curioso artículo sobre la empresa española Ceselsa, desde su creación hasta el ahogamiento financiero por parte del gobierno de España (en aquellos tiempos en manos del PSOE), para forzar su fusión con otras empresas - algunas de ellas públicas - para crear Indra. Es un pequeño compendio de como ahogar a una empresa privada que ganaba dinero frente a empresas públicas que no hacían más que perderlo. Y dichos vicios, se prolongan hasta hoy. Algunos párrafos extraídos de dicho artículo:
...Tanto éxito, tantos contratos ganados a empresas del INI estatal, sea Inisiel o sea Casa, tanta iniciativa privada no sometida a los diktats del Gobierno acabó por desperezar al oso: ¿cómo es posible que una empresa privada se forre a ganar dinero, mientras otra pública mucho más grande no hace más que perderlo?...
...Llegó la homologación, pero el secretario de Estado de Defensa dejó entender que no habría adjudicación sin fusión con Inisel...
... cuando un funcionario le enseñó un cheque del Banco de España por 500 millones a favor de Ceselsa, que, le dijo el funcionario, tenía orden de aplazarlo. En 1992 se firmó la inevitable fusión y, meses más tarde, el contrato de los 13 radares se adjudicó a la empresa fusionada...
Si tienes ustedes oportunidad de leer el artículo completo de Expansión no deje de hacerlo.
En este otro artículo de El País puede leerse como el Ministerio de Industria insta a Ceselsa e Inisel para que reanuden las negociaciones de fusión , es decir orden como o quien debe de quedar para la electrónica de defensa y cual debe ser la composición del accionariado.
El proyecto del Ministerio de Industria, expuesto el pasado mes de julio por el propio titular del departamento, Claudio Aranzadi, se orientaba a la creación de una gran empresa de electrónica de defensa, participada en un 40% por cada una de las dos empresas, quedando el 20% restante en manos de terceros socios, principalmente entidades financieras que, como en el caso del BBV, ya participan en el capital de Ceselsa.
Con el Estado controlando la economía hasta ese nivel - por cierto, sigue pasando exactamente igual - ¿Por qué creen ustedes que los políticos acaban colocados en los consejos de administración de grandes empresas, en especial aquellas que provienen de viejos monopolios públicos? - todavía hay despistados por ahí que piensan que viven en un mundo neoliberal.
Otro capítulo de este tipo de actuaciones puede verse a mitad de la década de los 80, con la comercialización en España del Amstrad 472, o como una empresa tuvo que inventarse una manera de vender ante una restricción impuesta por un gobierno parece ser que para favorecer a una empresa autóctona frente a la competencia en la que el gobierno había invertido dinero a través de su banca pública.
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