viernes, noviembre 20, 2009

Señora Trinidaz Jiménez, prohiba usted las patatas fritas con huevo

Uno de los platos que más cariño recuerdo era unas patatas con huevo fritos que me hacía mi abuela paterna, aderezados con una latita de tomate frito solís. Por aquellos entonces, no era raro que merendara un bollito relleno de seis onzas de chocolate Nestle. Cuando leía en el Confidencial Sanidad prepara la muerte del Happy Meal, hablando de las modificaciones a la la Ley de Seguridad Alimentaria, pensaba en lo poco políticamente correctos que eran mis abuelos al darme de cenar de esa manera o de merendar el excelente pan que hacían en la panadería de enfrente de casa de mis abuelos maternos.

Pero, ¡amigo!, ahora el Estado se preocupa por tu salud. Es decir, sabe más que tú que deben de tomar tus hijos, de qué manera debes alimentarlos y cuales son las pautas supuestamente correctas que debe de seguir la alimentación de los niños. Así, como novedades tenemos:

Incluyen medidas que afectarán a los menús de cadenas de comida rápida y restringirá el acceso de bollos y refrescos en las aulas. Internet también se llevará sus palos: nada de anuncios de refrescos, dulces o hamburguesas en redes sociales como Tuenti o Facebook. Es una guerra similar a la que se declaró en su día al tabaco. Y Sanidad no quiere perderla.
Lo primero que desconoce el gobierno, es que Internet es un mundo donde no hay fronteras. Una legislación como la española, lo único que va a hacer es complicar la existencia a empresas, que es probable que no tengan sedes en España y que una legislación como esta se la traiga al pairo. En cuanto a la restricción de refrescos en las aulas, pues tendrán que registrar las mochilas de los alumnos y poner un perímetro de seguridad alrededor de los colegios, porque yo veo habitualmente alumnos comprando refrescos y bocatas en los comercios de alrededor. Como se ha hecho toda la vida, por otra parte.
Uno de los artículos de la ley dice que se prohibirá “la venta de alimentos con alto contenido en ácidos grasos saturados, sal y azúcares sencillos mediante máquinas expendedoras o en cantinas, bares o locales similares situados en el interior de los centros escolares”.
Los niños lo comprarán en las tiendas que se situarán estratégicamente a los lados de los colegios para vender las golosinas que siempre nos han gustado. Mientras tanto, deberían ser un poco coherentes, y prohibir que los niños coman patatas fritas, chorizo, derivados de carne de cerdo, pescadito frito, las tapas y pinchos a los que los españoles somos tan aficionados. Porque claro, ¡qué malo es que un niño se tome una tapa de boquerones fritos con sus padres!.
Queda prohibida también la aportación de testimonios de profesionales, sanitarios, personas famosas o conocidas por el público como medio de inducción al consumo.
Esto no es más que una muestra de la hipocresía del actual gobierno de España. Es malo, malísimo que Eva Longoria o Paz Vega nos anuncie el consumo de helados Magnun, mientras que cualquier cadena se dedica a ofrecernos dosis de basura televisiva en cantidades industriales en las horas donde los niños están en casa viendo la tele. Aparte, seguro que no están preocupados por eso, entre otras razones, porque les viene bien para una sociedad aborregada, como la española, que ya está madurita para que el gobierno decida hasta que hora debe uno ir al baño y de que manera debe sentarse.

El problema de la obesidad tienen mucho más que ver con los hábitos de vida. ¿Va la gente a hacer más deporte?. ¿Estar menos tiempo delante de la tele - ¡no!, dirá la señora Trinidad Jiménez, que sino no podemos adoctrinar - ?.

La sociedad española, por supuesto, calla. Estamos ya maduritos para entregar nuestra libertad al Estado, ese estado niñera que ya hace sus pinitos en sitios como Inglaterra. No deja de ser curioso que tomar ciertos alimentos acabe siendo un acto antisistema. Como leía el otro día en algún foro, lo de China no es una dictadura, sino que fueron unos visionarios.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estos socialistas son unos hijos de puta. YO haré uso de MI LIBERTAD como me de la gana. Quieren gobernar hasta en nuestras almas. Dentro de poco, como en la película 1984 tendrán cámaras en los dormitorios a ver si follamos como ellos quieren.

Anónimo dijo...

Si no te gusta lo que hacen no votes a estos gestores.

Gran parte de nuestros problemas es que tenemos un monopolio de facto en el ámbito de la política (dirigido en las leyes para que el bipartidismo sea lo bueno).

Por eso empieza a no votar a esta gente.

La diversidad es buena y sobre todo necesaria.