El pasado 5 de julio entraba en vigor el nuevo IVA cultural, consistente en una bajada del tipo de IVA para la cultura, medida que todo el sector pedía para ganar más dinero dinamizar el sector y que el público acudiese más a espectáculos culturales, especialmente a las salas de cine. Esta medida fue incluida por el Partido Popular y Ciudadanos en el prespuesto, y jaleada por el por el PSOE.
Como era esperable, la mayoría de las salas de cine no han bajado los precios de las entradas. Según el ministro - de ese ministerio que no debería existir - Guirao, si la bajada no se repercute, habría que replanteársela. No será que la consecuencia de esta bajada de IVA no fuera la esperable: que muchas salas no la iban a aplicar y a beneficios.
Sin embargo, este no es el fondo del debate. Si tan buena son las bajadas de IVA, según el propio PSOE para el sector. ¿Por qué no se aplican a todos los sectores?. Eso si, luego a muchos se le llenan la boca que en España se recauda poco vía IVA. A lo mejor, la auténtica reforma del IVA sería unificar todos los tipos en uno, porque lo que no se puede estar uno quejando de que se recauda poco por un lado y estableciendo por sectores bajadas o exenciones fiscales en función de la presión que es capaz de hacer el lobby de turno.