domingo, junio 13, 2010

Asturias, marzo 2010 (III): Alrededores de Villaviciosa

Tras visitar la villa, cogimos el coche y nos fuimos a visitar los alrededores. Todavía no era la hora de comer, así que nos pasamos por la villa marinera de Tazones. Esta pequeña población tiene un puerto pesquero, situado en una ensenada, que está protegido de las olas del cantábrico por un espigón por el cual se puede dar un paseo. Desde el mismo se puede ver la entrada de la ría de Villaviciosa. Aparte, el pueblo está lleno de restaurantes, donde se sirven diversos platos de pescado. Aparcar en el pueblo es un poco complicado, así que es mejor dejar el coche en la zona alta y bajar dando un paseo hasta el puerto.


Playa de Tazones


Tazones

En la fotografía anterior, me hubiese gustado tener un buen angular para tener un campo de visión más ancho que abarcarse todo el pueblo.

Tras visitar el pueblo, volvimos de nuevo sobre nuestros pasos y nos fuimos a visitar un faro cercano. Sin embargo, nos cogió un buen chaparrón lo que hacía imposible hacer ninguna fotografía en la zona. Como se acercaba la hora de comer, nos fuimos de nuevo a Villaviciosa, y acabamos comiendo en una sidrería, cerca del ayuntamiento, llamada el Furacu. Recuerdo especialmente los escalopines al queso de beyos que me comí. Hace un par de fines de semana volvimos a repetir (fuimos a visitar unos familiares a Villaviciosa), y comimos unas raciones de pescado, algunas típicas de la zona, que estaban estupendas.

Tras comer, cogimos de nuevo el coche y nos acercamos a dar un paseo por la playa más conocida de Villaviciosa, la playa de Rodiles. Este arenal tiene un paseo marítimo por el cual se puede dar un agradable paseo. Cuando nosotros la visitamos, no hacía muy buen tiempo, había caído antes un buen chaparrón. Un poco más adelante, había toda una zona urbana de restaurantes y una serie de puentes sobre la zona de la ría de Villaviciosa, donde la gente se ponía a pescar. Hablando con la dueña de la casa rural donde nos quedamos esa noche, nos comentaba que la playa se pone de bote en bote.


Playa de Rodiles

De nuevo en carretera, seguimos por la N-632 para ir hacía la villa marinera de Lastres, que pertenece al concejo de Colunga. Un poco antes de llegar al pueblo, nos desviamos para ir al faro del pueblo - imagen que aparece bastantes veces en la serie de Antena 3 Doctor Mateo -. Las vistas de la costa desde lo alto del acantilado donde está construido el faro merece disfrutarlas. Cuando nosotros fuimos, el tiempo amenazaba lluvia, con lo cual las fotos quedaron un poco oscuras. El paisaje desde esa zona un día de sol luminoso debe ser precioso. Os dejo un par de fotos de la zona:


La costa asturiana, desde el faro de Lastres, Asturias


El faro de Lastres, Asturias

De vuelta al coche, llegamos al pueblo de Lastres, de moda últimamente por la serie de Antena 3, doctor Mateo. Sin embargo, la bella estampa que ofrece este pueblo, es especial desde el mirador de San Roque se ha usado varias veces en televisión, por ejemplo para filmar uno de los anuncios de turrón el Almendro. Cuando nosotros llegamos estaba, literalmente, cayendo chuzos de punta. El pueblo se extiende a lo largo de la falda de una montaña, y es complicado buscar aparcamiento. Hay una zona habilitada en el muelle pesquero, junto a un restaurante, donde estuvimos tomando café. Luego subimos al mirador de San Roque a disfrutar de la vista del pueblo. La lástima es que me dejé el trípode y no puede sacar algunas fotos del pueblo, porque apenas quedaba luz, y lo que pude disparar lo hice a pulso. La única que se salvó de la quema fue la siguiente:


Lastres

Tras la visita al mirador de San Roque, decidimos irnos a cenar a Ribadesella, a unos treinta kilómetros de lastres. Aprovechamos para darnos una vuelta por el paseo marítimo, aunque el tiempo no acompañaba mucho. Cenamos en un restaurante llamado el Campanu. Comimos bastante bien con tres platos las cuatro personas que íbamos, y eso que tenemos bastante saque. Como anécdota, el campanu es el primer salmón que se pesca en la temporada en Asturias, y se llegan a pagar auténticas barbaridades por él (en los dos últimos años se ha pagado cerca de 12000 euros - dos millones de pesetas - por los mismos

Tras la cena, de vuelta a la casa rural, para descansar y recuperar fuerzas para el último día,donde teníamos pensando visitar la basílica de Covadonga y subir a los lagos de Enol.

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