Estaba buscando información sobre todo el movimiento ¿espontáneo? formado para protestar contra la clase política española por su inoperancia, y uno de los enlaces con los que he dado ha sido a Enrique Dans intentando explicar las manifestaciones que han ocurrido en España - no, no pongo el tag de twitter porque creo que todavía no estoy tan enfermo de historias 2.0 -.
Estoy leyendo tranquilamente el artículo, hasta que me encuentro con esto (fusilo):
No esperes un acuerdo con respecto a las medidas a tomar, es imposible. Pero sobre lo que sí hay acuerdo es sobre la necesidad de un CAMBIO. Y eso no tiene ya vuelta atrásEs decir, se sale a la calle pidiendo un cambio. ¿Un cambio hacia donde sr Dans?. ¿A tirarnos por un barranco?. ¿A socializar - aún más - las pérdidas?. ¿A no pagar las deudas?. ¿A pedir dación en pagos?. Mire, me sorprende que no sea usted capaz de decir a donde quiere, porque como toda mala situación es susceptible de empeorar, podemos acabemos destrozando el barco de España contra unos bajíos y hundirnos aún más de lo que estamos (en especial tras leer la parte económica de las propuestas de los manifestantes que he visto publicadas). Me sorprende esa falta de definición de ideas, y me ha venido a la cabeza aquel artículo sobre la economía de la cancamusa que leí hace un par de años.
No sé que ocurrirá en las elecciones del 22 de Mayo, pero si tengo una cosa clara: Los políticos no son más que un reflejo de la sociedad a la que representan. Puede que muchos no nos sintamos representados por ellos. Pero muchas otras personas sí. Y España es el país donde se escribió el Lazarillo de Tormes y Rinconete y Cortadillo.
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